COOPERATIVAS ESCOLARES

La metodología utilizada es la del “aprender haciendo” donde el alumnado es el protagonista de su propio aprendizaje y es quien toma las decisiones y las ejecuta, siendo el papel del docente la de acompañar, guiar, estimular y hacer reflexionar a los jóvenes socios sobre los pasos que van dando.

Originariamente son Proyectos Emprendedores pensados para alumnos/as de quinto y sexto curso de Educación Primaria pero que,  por su alto valor educativo y éxito entre los escolares, se han ido también extendiendo espontáneamente a otros cursos de la etapa, e incluso a cursos de Infantil que, o bien desarrollan sus propios proyectos, o se implican y colaboran con las cooperativas de sus compañeros mayores.

Es destacable que en estos programas son los propios niños y niñas quienes definen el objeto de su cooperativa, redactan sus estatutos, eligen dramáticamente a sus representantes, deciden qué productos van a confeccionar en el aula, evalúan el trabajo realizado y plantean en qué actividad común emplearán sus beneficios. Antes de ese disfrute habrán de devolver las aportaciones iniciales a sus socios y destinar un porcentaje de los mismos, a modo de impuestos, a colaborar con una ONG elegida por la propia cooperativa escolar.

En un segundo momento ponen en marcha su empresa: proceden a la fabricación de sus productos o servicios, diseñan sus puntos de venta, realizan a nivel escolar y local ensayos de mercado y finalmente asisten a los Mercados Provinciales de Emprendedores Andaluces  donde coinciden con los demás participantes en una jornada de convivencia.

Hemos ejecutado como en otros años un proyecto innovador en Andalucía, dirigido a estudiantes de todas las etapas educativas no universitarias para el fomento del emprendimiento colectivo de una manera transversal y sostenida en el tiempo. Los estudiantes se han asociado, creando y gestionando sus propias cooperativas escolares para ofrecer servicios y productos a la comunidad educativa, sus centros educativos y en algunos casos a su entorno próximo.

Para ello, siguen los pasos de una cooperativa real: definen el objeto de su cooperativa, redactan los estatutos, eligen democráticamente a sus representantes, deciden, diseñan y producen el servicio o productos que van a ofrecer o comercializar, así como a qué actividad dedicarán los “impuestos” (colaboración con una ONG) y beneficios obtenidos.
En la fase final del proyecto dan a conocer su actividad al público general a través de ferias provinciales de emprendimiento educativo, donde confluyen con los demás jóvenes participantes en unas jornadas de convivencia e intercooperación.

El proyecto ha manifestado desde sus inicios un crecimiento, tanto es así que en el curso (2014-2015) se constituyeron un total de 355 cooperativas escolares en toda la Comunidad Andaluza, contándose con la participación de más de 8.000 estudiantes y más de 280 docentes, manteniendo su vigencia y actualidad entre la comunidad educativa por los valores que inculca al alumnado.

Desde ACES, por nuestra identidad empresarial y compromiso con la Economía Social, siempre hemos pensado que uno de los pilares básicos en la formación del alumnado debe ser el desarrollo de una actitud emprendedora, basada en el aprendizaje cooperativo, como viene descrito dentro de nuestro Modelo Educativo.